un granito de arena

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Hay quienes viven de su pasión. Hay otros quienes su pasión es su hobby. Una forma de canalizar, conectar, hacer catarsis y demás.

Todos ellos al hacer lo que nos gusta, nos provoca placer. Cada momento de elaboración es un espacio de conexión y crecimiento. Esa forma de servir, va más allá de lo material. Si existe un intercambio monetario, bárbaro; pero sino el poder regalar: salud, placer, un mimo a la piel y al alma, es mi paga mayor.

Sacarle la sonrisa a alguien a través de una combinación de aromas, colores, texturas y sensaciones, por más simple que sea un jabón, es hermoso.

Surgió hacer una donación de productos de higiene personal. Ser agradecidos y dar desinteresadamente es bueno para nuestra sociedad pero también para nosotros mismos.

Pienso que quien da del corazón es más gratificante para éste, que para quien recibe.

No quiero sonar fría, pero volviendo a lo anterior, de verdad es muy gratificante para mí, poder dar una parte de mi, de mi tiempo, amor, trabajo con las manos, contagiar a mi hijo y hacerlo parte de esa elaboración. Es una forma de enseñarle a él que somos seres sociables, que no crecemos ni mejoramos sin ese intercambio y siempre sincero y amoroso.

Espero hagamos un tráfico de reflexiones para empoderarnos y mejorar las relaciones, cambiando la forma de pensar, convenciéndonos de que el tiempo presente si es bueno y tenemos mucho para ofrecer.

Los leo!